¿Estás alimentando o engordando a tu cliente? La guía de la Digestión Mental
- Thais Cunha

- hace 3 días
- 4 Min. de lectura
Imaginate por un momento que te obligaran a comer en un buffet libre cada cinco minutos. Desde que abrís los ojos por la mañana hasta que los cerras por la noche. Apenas estás terminando un plato cuando alguien te pone otro delante.
Suena a tortura, ¿verdad? Tu cuerpo colapsaría.
Sin embargo, esto es exactamente lo que hacemos con nuestros cerebros todos los días en la era digital. Y lo que es peor: es lo que muchas marcas están haciendo con sus audiencias bajo la premisa errónea de que "más es mejor".
Vivimos en una paradoja. Nunca habíamos tenido tanto acceso al conocimiento, pero nunca nos habíamos sentido tan saturados y con tanta dificultad para procesarlo. Algunos estudios sugieren que el cerebro humano moderno procesa el equivalente a 34 gigabytes de información diaria. Es como intentar beber agua de una manguera de bomberos a máxima presión.

El problema del marketing actual no es la falta de contenido; es un severo caso de indigestión colectiva.
¿Qué es la Digestión Mental?
Al igual que nuestro sistema digestivo tiene un límite físico y necesita tiempo para procesar los nutrientes de los alimentos, nuestro cerebro tiene un ancho de banda limitado para procesar información.
Llamo "Digestión Mental" al tiempo y espacio necesarios para que una persona reciba una pieza de información, la entienda, reflexione sobre ella y, finalmente, decida si le es útil (la "nutre") o no.
Cuando comemos en exceso físicamente, nos sentimos pesados y lentos. Cuando sufrimos de empacho informativo, los síntomas son psicológicos:
Parálisis por análisis: Tantas opciones y datos que somos incapaces de tomar una decisión.
Apatía y cinismo: Todo nos parece igual, nada nos sorprende.
Ansiedad: La sensación constante de que nos estamos perdiendo algo importante (FOMO).
El error fundamental del marketing moderno no es actuar como esa abuela insistente que te sigue sirviendo comida en el plato, ignorando que ya no podes ni respirar.

(Imagen Ilustrativa)
Por qué "Más Contenido" se ha vuelto contraproducente
Durante años, la reina de las estrategias fue el volumen. Publica tres veces al día en Instagram, escribí cinco artículos a la semana, envía newsletters diarias. Si no estás presente, no existís.
Pero el juego cambió. Llenar el calendario editorial sin un propósito claro ya no solo es inútil, es dañino para tu marca.
1. El mecanismo de defensa: la ignorancia selectiva
Ante la saturación, el cerebro humano activa su mecanismo de supervivencia más eficiente: filtrar e ignorar. Es la evolución de la "ceguera a los banners". Si tu marca bombardea constantemente con contenido de bajo valor, tu audiencia aprenderá automáticamente a ignorar tus notificaciones. Sos ruido de fondo.
2. El contenido "Comida Chatarra"
Para cumplir con la demanda de volumen, muchas marcas caen en la creación de contenido "comida chatarra". Posts vacíos, frases motivacionales recicladas o memes irrelevantes solo para cumplir con la cuota del día. Esto puede generar un pico rápido de "azúcar" (un like fácil), pero no construye lealtad a largo plazo y deja una sensación de vacío en el usuario.
3. El costo de oportunidad
Si saturas a tu audiencia con aperitivos irrelevantes, ¿qué pasará cuando quieras servir el plato principal? Cuando tengas un lanzamiento importante o una oferta de verdadero valor, tu audiencia estará demasiado "llena" para prestarte atención. Como el cuento "El pastor mentiroso".
La solución: Marketing Nutritivo (Slow Content)
La respuesta a la obesidad informativa no es dejar de comer, es empezar a comer mejor. Es hora de movernos del buffet libre de baja calidad a un menú degustación cuidadosamente seleccionado.
Como marcas, debemos asumir el rol de "nutricionistas" de la información para nuestros clientes.
1. Prioriza la densidad nutricional Un solo artículo de blog profundo, bien investigado y que resuelva un problema real de tu cliente, vale más que veinte tweets superficiales. Antes de publicar, preguntate: ¿Esto realmente aporta valor o solo estoy haciendo ruido? Busca crear contenido que eduque, inspire o entretenga de verdad.
2. Respeta los espacios de ayuno El silencio también es una estrategia. No tengas miedo de dejar espacio entre tus comunicaciones. Esos huecos permiten que tu último mensaje sea digerido y asimilado. Dale a tu audiencia la oportunidad de extrañarte un poco; tu próxima aparición tendrá mucho más impacto.
3. Curación sobre creación incesante A veces, el mayor valor que podes ofrecer no es crear algo nuevo, sino filtrar el caos para tu cliente. Ser quien selecciona lo mejor del sector y se lo entrega en bandeja de plata (curación de contenidos) es un servicio inmensamente agradecido en tiempos de saturación.
Conclusión
En una economía donde la atención es la moneda más valiosa, respetar el tiempo y la energía mental de tu usuario es la máxima muestra de respeto y la estrategia de fidelización más inteligente.
Mira tu calendario editorial de esta semana y analiza:
¿Estás ofreciendo a tu audiencia un menú nutritivo que recordarán y agradecerán, o simplemente los estás engordando con calorías vacías hasta que no puedan más?
Es hora de apostar por una mejor digestión mental.
Algunas fuentes:
Diario Clarín: https://www.clarin.com/internacional/impacto-exceso-informacion-cerebro-ciencia_0_cvGyYTRKKf.html
How Much Information? 2009 Report on American Consumers – Roger Bohn, James Short




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